Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo...
Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina...
Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.
Ser romántico, sexual, apasionado, odiar el desamor, ahogarse en el cuerpo femenino, amar cada experiencia con una mujer, despreciar el rechazo, amar y odiar por igual, escribir cada sentimiento de amor y odio, hablar de experiencias propias e imaginarias en mis escritos, dejar volar la imaginación del lector con mis letras y tratar de conectar con recuerdos y sentimientos muy propios. Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.
LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR
LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR
Lugar creado para dar espacio a los oscuros escritos que se tatúan como runas espectrales en la piel del dolor, todas las palabras se mojan en lágrimas de lamentos interminables y se escriben prácticamente solas en hojas de papel desgastado y corroído por la realidad que se vive en un mundo lleno de vástagos de las tinieblas, herederos del terror que buscan en la opacidad de la noche, un rincón donde poder dar rienda suelta a sus odios y donde poder conseguir mantener ocultos sus máximos temores y sus más mórbidos sentimientos, logrando encarcelar su indescriptible y casi inalcanzable amor presente.
Este espacio surge para dar luz y color a todo aquello que permaneció oculto por miedo a no ser apreciado, ser amante de la oscuridad y la noche y ver en esas dos damiselas, las cómplices perfectas para escribir, imaginar y recordar todo lo que el corazón desea con fervor.
lunes, 7 de marzo de 2016
Martín y "EL MIEDO"
Martín aquella noche sabía que por más que gritara, sus padres no le prestarían atención; había sido muy grosero con uno de los profesores del colegio y por ello, sus papás habían sido citados aquella mañana para hablar con el coordinador.
El desarrollo del castigo ejemplar tuvo lugar en el automóvil camino a su casa, pero ésto... era lo que menos le preocupaba al asustadizo Martín.
Por varias noches, aquel inocente infante, había sufrido el aterrador acoso de un ser, que aunque demostró ser invisible para sus padres, ante el se materializaba a placer y solía asustar al pequeño Martín con aquella extraña y macabra figura.
Caía la media noche y el pequeño Martín se espantaba con el crujir de las ramas de árboles que golpeaban con fiereza la ventana de su cuarto, el suelo bajo las tablas del colchón parecía ser cortado por cuchillas afiladas, algo se arrastraba por el suelo, algo parecía asomarse por el borde de su cama...
Sólo un corto grito acompañó a Martín al laberinto de pesadilla en el que había sido condenado a vivir desde esa noche... arrastrado y condenado a el hasta el fin de los tiempos.
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