Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo...
Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina...
Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.
jueves, 10 de julio de 2014
LA SOLEDAD Y EL RECUERDO
A veces simplemente me pierdo en sus ojos,
No pienso en nada más, tan sólo me pierdo.
Siento como el humo del cigarrillo entra por mis fosas nasales
unas pequeñas lágrimas se asoman por mis ojos
producto de la espesura, densidad y fuerte aroma de la nicotina incendiada
recuerdo nuevamente sus labios, realmente nunca los olvidé
nunca olvidé su sabor, su terneza... su color.
Morder su cuello, besar su mentón,
apretar su rostro contra mi boca, tenerla.
Casi ni me di cuenta de cuando se me terminó el cigarrillo
me tomo la cabeza en señal de preocupación
estoy pensando claramente las cosas, no encuentro respuesta alguna
su mano apretando la mía, unidas mientras caminamos
recuerdos que van y vienen... tantas veces.
Las ideas van y vienen, se ahogan en un mar de dolor
las cosas no son lo que parecen... la soledad tiene su precio.
Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.
No pienso en nada más, tan sólo me pierdo.
Siento como el humo del cigarrillo entra por mis fosas nasales
unas pequeñas lágrimas se asoman por mis ojos
producto de la espesura, densidad y fuerte aroma de la nicotina incendiada
recuerdo nuevamente sus labios, realmente nunca los olvidé
nunca olvidé su sabor, su terneza... su color.
Morder su cuello, besar su mentón,
apretar su rostro contra mi boca, tenerla.
Casi ni me di cuenta de cuando se me terminó el cigarrillo
me tomo la cabeza en señal de preocupación
estoy pensando claramente las cosas, no encuentro respuesta alguna
su mano apretando la mía, unidas mientras caminamos
recuerdos que van y vienen... tantas veces.
Las ideas van y vienen, se ahogan en un mar de dolor
las cosas no son lo que parecen... la soledad tiene su precio.
Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.
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