LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR



LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR

Lugar creado para dar espacio a los oscuros escritos que se tatúan como runas espectrales en la piel del dolor, todas las palabras se mojan en lágrimas de lamentos interminables y se escriben prácticamente solas en hojas de papel desgastado y corroído por la realidad que se vive en un mundo lleno de vástagos de las tinieblas, herederos del terror que buscan en la opacidad de la noche, un rincón donde poder dar rienda suelta a sus odios y donde poder conseguir mantener ocultos sus máximos temores y sus más mórbidos sentimientos, logrando encarcelar su indescriptible y casi inalcanzable amor presente. Este espacio surge para dar luz y color a todo aquello que permaneció oculto por miedo a no ser apreciado, ser amante de la oscuridad y la noche y ver en esas dos damiselas, las cómplices perfectas para escribir, imaginar y recordar todo lo que el corazón desea con fervor.



SE MOLDEA UNA HISTORIA

Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo... Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina... Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.


jueves, 2 de julio de 2015

Algo indescriptible...

Observo sus ojos, no hay expresión alguna en ellos... están... vacíos. Aquellas esferas sin vida perdieron su foco hace unos minutos, pero están estáticos y con las pupilas dilatadas, aún me miran fijamente, todo el peso de mis culpas se clava en mi espalda... pareciera que es así, pero... no.

La observo y no tengo sentimiento alguno aflorando por mis poros, realmente no siento nada, trato de sentirme culpable pero no lo consigo, trato de poner en mi mente recuerdos de ella, pero aún así no sale ni una sola lágrima, su dolor se derrama por mis manos, un rojo carmesí que pareciera no querer quitarse de entre mis uñas, trato de secarme las manos en mi camisa... siguen sucias.

Intentar comprender el "¿por qué?" es prácticamente imposible, sólo se que no me pude contener, cada vez que atravesaba su carne, mis ojos se invadían de locura, era incomprensible aún para mí, su mirada sumergida en la angustia me excitaba, su cerebro tratando de encontrar la causa era algo aún más mágico para mi interior, mis dientes se apretaban y me dejaba invadir de todo su terror, todo por completo en ella me encantaba... aún cuando moría.

Era hora de irme, no podía quedarme más... aunque lo disfrutara, era innegable que me había encantado apuñalarla... ¿quería dormir?... o ¿quería un trago?... debía desaparecer.

+Derrame+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

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