LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR



LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR

Lugar creado para dar espacio a los oscuros escritos que se tatúan como runas espectrales en la piel del dolor, todas las palabras se mojan en lágrimas de lamentos interminables y se escriben prácticamente solas en hojas de papel desgastado y corroído por la realidad que se vive en un mundo lleno de vástagos de las tinieblas, herederos del terror que buscan en la opacidad de la noche, un rincón donde poder dar rienda suelta a sus odios y donde poder conseguir mantener ocultos sus máximos temores y sus más mórbidos sentimientos, logrando encarcelar su indescriptible y casi inalcanzable amor presente. Este espacio surge para dar luz y color a todo aquello que permaneció oculto por miedo a no ser apreciado, ser amante de la oscuridad y la noche y ver en esas dos damiselas, las cómplices perfectas para escribir, imaginar y recordar todo lo que el corazón desea con fervor.



SE MOLDEA UNA HISTORIA

Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo... Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina... Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.


jueves, 28 de octubre de 2010

PLENO DE FELICIDAD


Entro por la puerta principal de una mansión, en una prestigiosa fiesta clandestina celebrada por políticos, vecinos inmamables, religiosos baratos que buscan lucrarse con su mal-infundada santería profética (todos) y estrellas del cine y televisión (sólo los que aborresco desde lo más profundo de mi hernia inguinal, causada por el mismo desprecio hacia ellos), entro armado con una CANON GATLING VULCAN, y la lluvia de llanto y exclamaciones múltiples, solicitando alguna especie de perdón o misericordia de parte mía no se hace esperar, sin saber siquiera que no los escucho por el volumen excesivo que presuriza mis oídos, además tampoco saben que aunque lo hiciera, no lo haría y sólo los escucharía plañir como unas cabras de finca; el retumbar de "War Pigs" de Ozzy Osbourne en mis tímpanos, hace que simplemente el momento sea aún más memorable, y que la sinfonía de terror que llevo en mis brazos sea perfecta, los persigo y les disparo desde cerca, para que su sangre me salpique, y así poder impregnar mi ropa de alegría, el sonido seco de sus disparos se ahoga en los gritos de los malnacidos, miro al cielo y veo las pinturas de carácter religioso en el techo que observan la carnicería en el salón principal, estoy rojo de locura, estoy pleno de felicidad.

+  Varita mágica que hace desaparecer a la gente  +


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

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