LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR



LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR

Lugar creado para dar espacio a los oscuros escritos que se tatúan como runas espectrales en la piel del dolor, todas las palabras se mojan en lágrimas de lamentos interminables y se escriben prácticamente solas en hojas de papel desgastado y corroído por la realidad que se vive en un mundo lleno de vástagos de las tinieblas, herederos del terror que buscan en la opacidad de la noche, un rincón donde poder dar rienda suelta a sus odios y donde poder conseguir mantener ocultos sus máximos temores y sus más mórbidos sentimientos, logrando encarcelar su indescriptible y casi inalcanzable amor presente. Este espacio surge para dar luz y color a todo aquello que permaneció oculto por miedo a no ser apreciado, ser amante de la oscuridad y la noche y ver en esas dos damiselas, las cómplices perfectas para escribir, imaginar y recordar todo lo que el corazón desea con fervor.



SE MOLDEA UNA HISTORIA

Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo... Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina... Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cuando No Te Tengo...

Es cierto que no soy el mismo... y ¿cómo serlo?, si tu aliento se escapa de mis labios y tu aroma de mi piel con el rápido pasar de las horas.

Si cuando en las noches miro al cielo veo tu rostro en las estrellas, una nube oscura y tormentosa de verdad, oculta mi esperanza, me baña con crudeza y con suma crueldad me devuelve a esta realidad donde nuevamente me doy cuenta que no te tengo.

Es cierto que yo a ti no te tengo... y ¿cómo tenerte?, si tu figura se desvanece cada vez que enciendo la luz en mi solitaria habitación.

Si cuando empiezo por las calles de la ciudad, con mi caminar repetitivo en las noches estrelladas de mi conocida soledad, siento tu cuerpo a mi lado, saco mi mano del bolsillo para coger la tuya y estrecharla, pero el frío aire nocturno me recuerda que no estás a mi lado, que imagino cosas,... que soy un loco que sigue soñando despierto.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

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