LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR



LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR

Lugar creado para dar espacio a los oscuros escritos que se tatúan como runas espectrales en la piel del dolor, todas las palabras se mojan en lágrimas de lamentos interminables y se escriben prácticamente solas en hojas de papel desgastado y corroído por la realidad que se vive en un mundo lleno de vástagos de las tinieblas, herederos del terror que buscan en la opacidad de la noche, un rincón donde poder dar rienda suelta a sus odios y donde poder conseguir mantener ocultos sus máximos temores y sus más mórbidos sentimientos, logrando encarcelar su indescriptible y casi inalcanzable amor presente. Este espacio surge para dar luz y color a todo aquello que permaneció oculto por miedo a no ser apreciado, ser amante de la oscuridad y la noche y ver en esas dos damiselas, las cómplices perfectas para escribir, imaginar y recordar todo lo que el corazón desea con fervor.



SE MOLDEA UNA HISTORIA

Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo... Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina... Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

LAS FILAS DENTADAS, UN RECUERDO AMARGO

Recuerdo mi encuentro con el terror, los árboles seniles, ya casi de color carbón y en su mayoría sin hojas, le dan a este antiguo bosque un aire de energía maléfica, que nunca había sentido en ninguna área boscosa, el crujir de las hojas y ramas secas bajo mis zapatos, constantemente delataba mi posición ante algún posible predador salvaje,... depronto escuché un breve rugido... (¡!)... mis sentidos al máximo, estaba totalmente alerta, me quedé mudo, respiraba lo más suave que podía, luchaba por escuchar cualquier tipo de sonido otra vez... todo había enmudecido de repente,... mi respiración era lo más significativo de la noche, sólo oscuridad y sombras, las pilas de la linterna eran nuevas y eran lo único que me resacataba de quedar sumergido en esta selva de ramas y hojas desteñidas,... ¡de pronto un sonido aterrador!, imposible de describir, era un quejido aterrador, un grito de ánima en pena, lo más pronunciado eran sus finos y puntiagudos colmillos, eran atemorizantes, la saliva que segregaba era abundante, era como un hombre, pero con colmillos y con vellos largos y crespos por todo su cuerpo, era un hombre-bestia salido de una película de terror, en el momento justo en que vi sus garras, la velocidad adquirida por mi cuerpo fue de admirar,... y quien no correría para salvar su vida... el desgraciado no me dejaba escabullir por entre lo frondoso de los árboles, parecía jugar conmigo, no me quería perseguir con dificultad, me llevaba por un camino ya formado entre las paredes de madera, a lo lejos vi una caverna,... al mirar atrás recuerdo haber visto al maldito desgraciado enrredado en la rama de unos de los árboles, al parecer se había quedado atascado en ella,... ojalá hubiera seguido hacia el otro camino,... entrar a la caverna fué mi peor decisión.

 +  Encarnación del Infierno  +

El camino rocoso de la cueva me hizo temblar un poco las piernas, y no era para más, estaba cansado y un plus de esfuerzo físico, en ese instante y después de lo aterrado que estaba, era una locura para ese momento, la verdad era que no me sacaba de la cabeza la imagen del desgraciado, estaba totalmente ansioso, me comía las uñas mientras, a cada paso miraba hacia atrás, con el fin de ver que el maldito no me estuviera persiguiendo, apagué la linterna, en el momento en que encontre un buen escondite, tomé como arma un extraño palo que estaba en el suelo, no veía nada con la oscuridad que había en ese lugar, así que no me percaté por examinar de cerca el arma contundente que había tomado con mi mano derecha, en la izquierda seguía sosteniendo la linterna... la tenía apagada, con el fin de no delatar mi posición ante ese monstruo de porquería,... de pronto... ¿?, lo vi entrar... desesperado por encontarme, se agachó hasta el suelo y empezó a olfatearlo, buscaba mi rastro... se acercaba a lo lejos pero de manera segura, fue entonces cuando supe que no estaba seguro, la bestia enorme me podía encontrar en cualquier momento, decidí posicionarme mejor dentro de la caverna y esperarlo entre las sombras... sin querer me precipité por una pequeña caída que había dentro de la cueva, al caer me rompí mi pierna derecha, podía ver el hueso principal salir debajo de mi pantalón camuflado corto, la sangre empezó a salir, prendí la linterna por instinto para ver mi herida, podía sentir como el líquido corría por mi tobillo y humedecía mis medias, miré hacia arriba y alumbrando con desconfianza, vi al maldito arriba... sus ojos desbordaban hambre incontrolable,... lo peor estaba por empezar... escuché unos sutiles rugidos detrás de donde la luz de la linterna me enseñaba el camino, empecé a girar mi cuello y llevé mis ojos con recelo hacia el costado junto la luz de la linterna, la sorpresa no era alentadora, ni mucho menos feliz... una atemorizante fila de unos seis o tal vez siete de esas monstruosidades me observaban fijamente, no le daban tregua  mis nervios, sus ojos desorbitados y llenos de salvajismo, me daban a entender que era mi fin, las filas de dientes alumbraban sobre mis ojos, y la saliva recorría cada uno de sus caninos, sus lenguas humedecían sus bocas,... se me acercaron vorazmente y sin pensarlo dos veces... arrancaron mis piernas y se las llevaron peleando por el derecho a alimentarse primero, empezaba a desmayarme... me dejaron aquí tirado me desangro con rapidez, maldigo el momento en el que decidí pasear por el bosque... no se cuanto tiempo habrá pasado, minutos, segundos, el tiempo avanza lento... quiero que me maten...
+  El clan caníbal del terror  +



Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

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