Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo...
Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina...
Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.
Ser romántico, sexual, apasionado, odiar el desamor, ahogarse en el cuerpo femenino, amar cada experiencia con una mujer, despreciar el rechazo, amar y odiar por igual, escribir cada sentimiento de amor y odio, hablar de experiencias propias e imaginarias en mis escritos, dejar volar la imaginación del lector con mis letras y tratar de conectar con recuerdos y sentimientos muy propios. Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.
LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR
LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR
Lugar creado para dar espacio a los oscuros escritos que se tatúan como runas espectrales en la piel del dolor, todas las palabras se mojan en lágrimas de lamentos interminables y se escriben prácticamente solas en hojas de papel desgastado y corroído por la realidad que se vive en un mundo lleno de vástagos de las tinieblas, herederos del terror que buscan en la opacidad de la noche, un rincón donde poder dar rienda suelta a sus odios y donde poder conseguir mantener ocultos sus máximos temores y sus más mórbidos sentimientos, logrando encarcelar su indescriptible y casi inalcanzable amor presente.
Este espacio surge para dar luz y color a todo aquello que permaneció oculto por miedo a no ser apreciado, ser amante de la oscuridad y la noche y ver en esas dos damiselas, las cómplices perfectas para escribir, imaginar y recordar todo lo que el corazón desea con fervor.
jueves, 2 de diciembre de 2010
MI PRIMER VILLANO SANGUINARIO
El primer símbolo de maldad que vi por mi televisor cuando alquilaba películas con mi mamá por mi barrio, era magnífico, me encantaba verlo, era pacífico, pero uno sabía que tenía el poder para matar a cualquiera en cualquier momento, tengo las ocho películas de Hellrraiser, me encanta verlas, junto con todos los Cenobitas, macabros y surrealistas como ellos solamente pueden serlo, crueles, cerdos y despiadados como sólo unos habitantes del Infierno pueden llegar a ser, sus escenas eran perfectas, me gustaba mucho ver como se les enterraban a todos los anzuelos y les desgarraban la piel, saben que deben llegar al sadomasoquismo para sentir un mundo de placeres jamás explorado por ningún ser viviente, es algo que no se veía por esas épocas, o por lo menos no tan visualmente y para todos como en una película, doy gracias al pertenecer a una generación que podía ver las películas para mayores de 18 años en la comodidad de su hogar y comiendo crispetas, gracias a los locales de renta de películas tanto en VHS como en Betamax, y a la vez doy gracias a que a mi mamá le gustan las películas de terror y no le veía ningún problema que yo las viera, recuerdo que escuchar hablar a "Pinhead" era de lo mejor, era elocuente y malvado a la vez, tenía la educación de un inglés de la alta y la tendencia asesina a lo agresivo de un sicótico, o mejor... de un Cenobita... si, si, si... Pinhead, el primer personaje de maldad que tenía bajo su cargo un número importante de secuaces, que eran totalmente repugnantes y seguían todas sus órdenes al pie de la letra, su capacidad de hablar de la muerte como algún tipo de metodo para alcanzar la total felicidad y encontar senderos de placer inimaginables, es memorable para mis oídos.
Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.
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