LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR



LA OSCURIDAD QUE IMPREGNA EL AMOR

Lugar creado para dar espacio a los oscuros escritos que se tatúan como runas espectrales en la piel del dolor, todas las palabras se mojan en lágrimas de lamentos interminables y se escriben prácticamente solas en hojas de papel desgastado y corroído por la realidad que se vive en un mundo lleno de vástagos de las tinieblas, herederos del terror que buscan en la opacidad de la noche, un rincón donde poder dar rienda suelta a sus odios y donde poder conseguir mantener ocultos sus máximos temores y sus más mórbidos sentimientos, logrando encarcelar su indescriptible y casi inalcanzable amor presente. Este espacio surge para dar luz y color a todo aquello que permaneció oculto por miedo a no ser apreciado, ser amante de la oscuridad y la noche y ver en esas dos damiselas, las cómplices perfectas para escribir, imaginar y recordar todo lo que el corazón desea con fervor.



SE MOLDEA UNA HISTORIA

Cada día nace una idea en papelillos de mi escritorio, en servilletas con sobras de alimentos mañaneros, en archivos del computador de mi trabajo... Se moldea una historia de muerte y fascinación por la bestia interna, por ese ser sin escrúpulos que decide salir de vez en cuando y nos ahoga en adrenalina... Se escribe una historia con sangre de más santos que pecadores, se escribe con dolor, pasión, crueldad e improvisación. Se escribe también con amor, con pasión, lujuria y deseo por el sexo femenino, se escribe en la espalda húmeda de una mujer desconocida en cama ajena.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.


viernes, 23 de diciembre de 2011

El Asesino de mi Madre

Era una tarde opaca, pronto empezaría a llover, las nubes grises se reunían por sobre la multitud de personas alrededor de aquella nueva tumba,... y una anciana voz se escucho resignada y senil entre la multitud.

   -Ella era su vida, su luz, su aire, ella lo llenaba, le daba fuerzas, le daba alegría a su vida, él la amaba-.

Decía el anciano abuelo a su nieto mientras el pequeño observaba con terror la figura imponente de su padre, quien lloraba desconsolado al ver el ataúd donde estaba su esposa, el cajón de madera fina descendía lentamente frente a los ojos de su progenitor.
+Cementerio frío y desolado+


El niño continuaba con un rostro de dolor y horror indecifrable para todos, los familiares y amigos de su madre se habían sumado aquella tarde de sábado para despedirla y acompañarla espiritualmente, en su viaje sin retorno al más allá.
El pequeño amaba a su madre, ella era su vida en ese momento, una parte de él era enterrada en aquel cementerio esa tarde. De repente su inocente rostro palideció,... su padre se acercaba a él, en tan sólo un par de pestañeos su padre estaba al frente suyo, una lágrima de horror escurrió solitaria por su mejilla izquierda, al compás de la lágrima cayendo al suelo, su padre se arrodillaba ante él y se acercaba a su oído diciendo en la seguridad de un secreto, lo siguiente.

   -No digas una sóla palabra si no quieres terminar como tu madre,... cuidado hijo no tientes al destino- dijo suavemente el padre al oído de su hijo.

El rostro del joven se desfiguró por completo, su padre había sentenciado su incierto futuro en caso de delatarlo; el padre se alejó con más tranquilidad luego de ver el miedo que había nacido en el corazón de su hijo.

   -Maldito(...), maldito(...),... eres un maldito(...)...¡!-. Repetía el pequeño entre dientes y lágrimas mientras veía como se alejaba el asesino de su madre.

La familia consolaba al viudo y aparetemente triste hombre de familia, mientras tanto el niño recordaba horrorizado el cuerpo de su madre cayendo hacia el frío pavimento, después de ser empujada por su padre desde la terraza del edificio que una vez los vió felices.

+La Madre+



Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cuando No Te Tengo...

Es cierto que no soy el mismo... y ¿cómo serlo?, si tu aliento se escapa de mis labios y tu aroma de mi piel con el rápido pasar de las horas.

Si cuando en las noches miro al cielo veo tu rostro en las estrellas, una nube oscura y tormentosa de verdad, oculta mi esperanza, me baña con crudeza y con suma crueldad me devuelve a esta realidad donde nuevamente me doy cuenta que no te tengo.

Es cierto que yo a ti no te tengo... y ¿cómo tenerte?, si tu figura se desvanece cada vez que enciendo la luz en mi solitaria habitación.

Si cuando empiezo por las calles de la ciudad, con mi caminar repetitivo en las noches estrelladas de mi conocida soledad, siento tu cuerpo a mi lado, saco mi mano del bolsillo para coger la tuya y estrecharla, pero el frío aire nocturno me recuerda que no estás a mi lado, que imagino cosas,... que soy un loco que sigue soñando despierto.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Por qué?

Porque eres mi Princesa de Hielo, de sueños oscuros y cuervos en el tejado, que inundas mi cabeza con figuras de extraña belleza del interior de tu incomprendida imaginación.

Porque juntos al borde del abismo observamos los murciélagos salir de sus cuevas y a los lobos aullar a la redonda Luna, cómplice de nuestro amor.

Porque me llenas de luz y tinieblas a la vez.

Porque eres tu y nadie más, quien acompaña mis lúgubres suspiros en las noches que tienen el privilegio de vernos juntos.

Porque logras sacarme de mi cárcel de cotidianidad y envolverme en tus pálidos y hermosos brazos que serpentéan por mi cuello y me asfixian con un amor que cualquier ser de las tinieblas envidiaría.

Porque haría cualquier cosa a ciegas por ti.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

miércoles, 24 de agosto de 2011

┼ LAS PUERTAS DEL INFIERNO ┼

El Portal del Inframundo había abierto sus puertas a la tierra para la presentación de toda una gama de miedos, crueldades, sangre, terror y locura posibles. La gente gritaba y se retorcía de dolor cuando eran víctimas de algún ataque psicoquinético efectuado por uno de los tantos demonios que caminaban por el suelo terrestre, influían de manera perversa en la materia, deformaban los cuerpos, derretían piel y huesos por igual, el pánico recorría las calles como nunca ningún posible presagio de guerra a futuro pudo hacerlo en ningún momento.

El caos era tal que los gritos y lamentos acallaban las explosiones de los automóviles y el sonido de los edificios derrumbándose, los bebés lloraban intensamente y nadie hacía nada por levantarlos del caliente suelo, las llamas abrazaban a los más religiosos, su fe era la primera que se sacrificaría, así se acabaría la esperanza en los más débiles de espiritualidad, el suelo se abría de par en par, los crujidos aterraban a los incautos, la multitud sufría, los cuatro jinetes del apocalipsis había subido a la tierra y estaban desplegando toda su voracidad, el Caballo Blanco cabalgado por el Jinete de la Victoria portaba su arco, mostraba el expansionismo religioso de terror que se había difundido por la tierra, ninguna persona estaba a salvo de su flecha, el rango de ataque era algo descomunal.

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El Caballo Rojo cabalgado por el Jinete de la Guerra sembraba discordia a su paso, hacía que se degollaran unos a otros, incitaba a la batalla, su gigante espada se blandía sobre las espaldas de los más fuertes, reducía la fuerza del ejército terrestre, nunca ningún soldado fue preparado para una batalla tan irreal y desigual, la sosobra se esparcía por sobre la multitud, todo era dolor y era sólo el comienzo de la calamidad, pero aún no era el fin,... sólo era el comienzo de El Infierno en la tierra.

El Caballo Negro cabalgado por el Jinete del Hambre, traía desazón en sus cascos, los cultivos se quemaban a su paso, la comida empezaba a podrirse, el agua se secaba, los víveres eran exterminados, la comida se convertía en un mito... los pocos supervivientes tendrían que comerse a sí mismos si decidieran sobrevivir en un mundo sin nada más que caos, dolor y destrucción.

El Caballo Pálido cabalgado por el Jinete de La Muerte, llevaba su inconfundible nombre por todos y cada uno de los rincones de la tierra, desplegaba todas las plagas anteriores a su paso, con su guadaña repartía mortandad, a corta y larga distancia, mataba con la hambruna y con espada, algunos se convertían en momias con el paso del Caballo de la Peste, el color verde grisáceo del animal del Hades entregaba dolor y pestilencia a su paso, las personas se quemaban, se desnutrían, se suicidaban, se mataban entre sí, el camino para el Príncipe Lucifer se adornaba con sangre y carne en descomposición, los cuerpos lacerados y otros que aún ardían en llamas adornaban los pilares de huesos que los demonios habían hecho para recibir al hacedor del mal, la tierra rugía, se partían en varias partes los suelos, el clima era denso, el sonido del fuego quemando todas las cosas de la superficie y los gritos de las personas que seguían muriendo, ensordecían los oídos de los pobres miserables que seguían aún con vida.

El suelo temblaba, los pequeños charcos de agua putrefacta que se habían formado en las grietas producto de las pequeñas "lluvias de ácido" que se estaban presentando, se movían y producían unos anillos de movimiento, unas ondas de agua, como si un gigante se acercara lentamente desde las profundidades de un cráter que se había formado cerca de la costa de la ciudad.

+Se acerca El Príncipe de las Tinieblas+

El Titán salía de la tierra, el cielo parecía venirse al suelo, la lava ardiente explotaba desde la tierra y se disparaba por los aires, los mil años se habían cumplido ya, desde hacía un tiempo venía paseándose por la tierra, corrompiendo los corazones de las personas, confundiendo a las naciones, llevándolas a la guerra, produciendo desconfianza entre todos, el Gran Demonio había por fin salido a la luz de los ojos de todos y el tamaño de La Bestia era impresionante, era imponente, el fuego lo abrazaba y todo en Él era aversión, el calor que se desprendía de su cuerpo era abominable, la lava ardiente explotaba atrás de su cuerpo y podía percibirse la oscuridad que venía tras de Él, todo en Él era todo confusión y caos, era todo odio, desprecio, abominación y rencor, cualquier sentimiento positivo que aún se encontraba oculto en los corazones de algunas personas en la superficie terrestre, era contrarrestado por todo el aire pernicioso y dañino que exhalaba El Bajísimo, la esperanza estaba siendo aplastada y el principio del fin era ya palpable.

Los demonios de El Príncipe de las Tinieblas habían tocado Suelo Santo, el Vaticano había sido destruído,  también la antigua ciudad de Jerusalén en Israel, tierras palestinas y demás tierras Santas de la Tierra ya estaban siendo situadas por los macabros y diabólicos espectros, la malignidad y la corrupción de las almas con la vileza, la crueldad y la depravación era inevitable, los lamentos eran interminables, las lágrimas se derramaban sin clemencia alguna, la se derrumbaba, el fuego del Infierno se posaba sobre la Tierra, de las grietas que se formaban salían infinidad de sonidos, gritos aterradores y espectros maléficos que desgarraban la piel de personas que aún quedaban en pie, los animales huían despavoridos de un lugar a otro, unos eran deformados producto de la magia negra que se apoderaba de ellos, otros simplemente morían calcinados o caían derrumbados al suelo víctimas de los aires putrefactos y venenosos que salían de los suelos agrietados.

+Belcebú y los quemados+

El cielo se había oscurecido completamente, las almas en pena habían sido liberadas de su eterno tormento, sólo para caminar nuevamente en la tierra asustando y persiguiendo con ansiedad y esquizofrenia a los vivos, enloqueciendo con sus lamentos y quejidos desgarradores a todos cuantos y quienes se atravesaran en su camino, abominaciones indescriptibles emergían de los suelos, el agua potable se tornaba sucia y nacían gusanos por montones de los grifos de las calles y lavados de las casas en todo el mundo, de las alcantarillas de las ciudades eran vomitadas bocanadas de agua con elementos en descomposición, los mares de teñían de de un rojo carmesí tentador para cualquier asesino, los animales morían en todas partes del mundo, el cielo parecía quebrarse en mil pedazos, Satanás esparcía terror y angustia en todo el mundo, las edificaciones colapsaban en cada rincón de la Tierra, los demonios caminaban ahora entre los vivos, el fuego era ahora el aire que aquellas malditas bestias respiraban, pocos quedaban aún con vida, solo aquellos que no querían morir tan prematuramente y además de todo no les importaba convertirse en entes sedientos de sangre y destrucción, se entregaban voluntariamente al Príncipe de las Tinieblas como sus servidores, sus carnes eran devoradas por el fuego y sus cuerpos se deformaban brutalmente, se convertían en híbridos que terminaban buscando a los pocos que todavía se escondían tras las sombras, esperando con angustia una muy segura muerte, que podía estar en cualquier lugar, lista para reclamar sus almas y llevarlas al tormento eterno en las calderas del mismísimo Infierno.

+Hell On Earth+

El infierno estaba ahora en la Tierra, la locura invadía las mentes de las personas, el dolor, el horror y la angustia se apoderaban rápidamente de cada ser vivo en el planeta, todo era Caos, todo era terror y muerte, el Infierno estaba en la Tierra, el Infierno era Real.



Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

lunes, 22 de agosto de 2011

Amor venenoso...

Con mi cabeza recostada sobre mis manos entrelazadas, observo parte de su rostro... la otra mitad se deforma tras el vaso con agua que se encuentra encima de la mesa, su rostro es fascinante... casi que podría sumergirme eternamente en el color de sus ojos, nadar como un loco en sus labios, acariciar sus mejillas en las tardes y besarlas eternamente por las noches.

Toma un poco de agua y moja sus labios, con los dientes muerde el labio inferior y después sonríe de forma pícara, sus cejas le dan una mirada más profunda y maligna, trata de descifrar mis pensamientos... yo sólo la observo y no puedo ocultar mi encanto, es claro que ella aún no me cree cuando le digo que la quiero ver siempre así de hermosa, que no quiero que se vaya nunca de mi lado.

El veneno entra lentamente en su organismo y el efecto es igual de lento, inexplicable y doloroso, al fin podré tenerla para siempre cerca de mí... dormiré todas noches junto a ella, nunca se levantará y podré descansar siempre en su regazo.

+Poisoned_mummy+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

lunes, 1 de agosto de 2011

Ensalada Fémina

Cada vez siento más ganas de asesinarla, cada tanto la observo como discute conmigo y se vuelve inevitable que la saliva que se dispara de su boca se precipite contra mi rostro,... el cuchillo que reposa sobre la base de madera en la que se cortan los ingredientes se vuelve interesante con el pasar de los minutos, las verduras para la ensalada están fínamente picadas y reposan ahora sobre la bandeja de plata, desvío mi mirada e intento imaginar algo diferente, pero es casi imposible no imaginar la mejor manera de matarla, pienso que sus dedos serían el último ingrediente para agregar en la ensalada, sus ojos adornarían los cascos de tomate, la sangre bañaría con sutileza el resto de la comida... cada vez hace más méritos para morir con rapidez.

Por que tiene que gritar de esa manera... por que  quiere ganarse mi odio, por que no piensa antes de hablar... por que se empeña en desagradar con su verbo. Quiere que haga algo pero el discutir no es una de mis opciones, sólo terminar con su vida será lo que calme toda mi ira interna, el dolor se estrecha entre las paredes de mi cerebro y me impide pensar claro... sólo puedo reaccionar sin raciocinio alguno, la empujo contra el mesón de la cocina, tomo el cuchillo con fiereza... es todo lo que había imaginado, la ensalada está al fin completa, los fieles sabuesos que compramos alguna vez en un viaje familiar se acercan desde la sala, rápidamnte empiezan a lamer la sangre que mancha el piso de mármol y dibuja con irracionalidad nuestra densa pelea marital... los canes me obserban con una mirada un tanto tierna y a la vez ansiosa, encenderé unas velas para la ansiada cena,... depués de todo no comeré solo.

 +Baño de sangre+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

jueves, 28 de julio de 2011

Si fuera tan fácil olvidarte

Si fuera tan fácil olvidar, la historia no sería historia...
y el recuerdo de lo imposible no sería tan palpable ahora en mi mente.

La verdad circunda por mi cerebro y se ríe a carcajadas de mi suerte...
que reclama el amor perdido en el inconsciente de mis memorias.

Si fuera tan fácil olvidarte lo habría hecho con seguridad y sin pensarlo dos veces...
si fuera fácil olvidarte no pensaría en devolver el tiempo cada vez que tu recuerdo me golpea.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

Desenlace

Durante unos cuantos segundos que se hacían eternos ella observó la fotografía, el tiempo parecía detenerse al compás de sus lágrimas, en aquella foto sonreían, en ella eran felices, ocurrió en una visita relámpago al parque que se encontraba cerca a su residencia, fué en una ocasión en que un amigo de su esposo vino de Canadá y quería conocer un poco la ciudad, era tarde así que decidieron no salir muy lejos y acordaron tomar unas cervezas y respirar aire puro en el parque que tenían junto, la pequeña zona de recreación se veía muy llamativa y salieron a consumir el alcohol enlatado junto a los juegos infantiles.

De aquel momento de charla amena nació una foto en la cámara digital del aquel amigo de su esposo, la  misma que sostenía con temor y rermordimiento entre sus manos, era una imagen sincera y hermosa, era una imagen cruel, una imagen que demostraba lo mucho que se amaban,  los ojos de los dos estaban un tanto regordetes y con la mirada desenfocada y perdida producto de las Heineken ingeridas con gusto, en la fotografía le decían a gritos a la cámara que se encontraban ebrios de amor.

Sonrió... se desconectó del mundo inmediatamente, las lágrimas dejaron de salir sin previo aviso de sus ojos y con  suma rapidez el camino de dolor se borró de sus pálidas mejillas, apretó la empuñadura entre su mano izquierda,... actuó sin posibilidad de arrepentimiento, era claro que ella lo amaba, de lo contrario no se habría suicidado justo después de que él descubrió que ella era una asesina a sueldo a la que habían enviado para liquidarlo.

+Inacapacidad de Manejo del Presente+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 26 de julio de 2011

MUJER

Hembra, fémina, oculta, difícil, señora, viciosa, mujer fatal, doncella, mala, injusta, demonia, damicela, traviesa, moza, maligna, carnívora, oscura, dama, dañina, princesa, supresiva, depravada, pervertida, corrosiva, súcubo, infausta, inquieta, matriarca, perniciosa, infame, encantadora, juguetona, funesta, intrigante, reina, dueña, preciosa, malévola, propietaria, insana, enfermiza, malsana, canibalesca, hermosa, retorcida, perversa, degenerada, corrompida, vil, canalla, nociva, peligrosa, perjudicial, nefasta, enferma, encantadora, diabólica, asesina, criminal, destructiva.


+Mirada*Sublime+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

Adiós, adiós...

No tuve tiempo de despedirme siquiera, el taxi se movilizó tan rápido que lo último que vi fueron lágrimas en sus mejillas, mientras gritaba su nombre mi teléfono celular comenzaba a sonar... con una voz temblorosa y cargada de desilusión se despedía de mi,... la había perdido para siempre, se había esfumado de mi vida.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

lunes, 25 de julio de 2011

OLVIDO... ¿?

Envuelto entre trozos de papel rasgados y vinilos que aún se derraman por sobre la mesa de madera y mi caballete en la soledad de mi sótano, se encuentran las fotografías de aquel vil recuerdo, que se mantiene indeleble en mi mente, acapara en su totalidad el espacio crítico de mi cerebro, me obliga a tener siempre una sombra tras mi espalda, que cobra vida en mis pesadillas y trata de aferrarse a mí nuevamente en el mundo real.

Las pinturas abstractas, las inconclusas y las que tienen figuras grotescas y aberrantes producto del odio hacia la verdad que se carcajea en mi rostro, ofrecen una escalofriante muestra de lo que una exposición macabra podría llegar a ser, el espacio se hace angosto entre sus irreales ojos y los míos, tomando su fotografía entre mis dedos imagino como se incinera y con ella todo su recuerdo se carboniza hasta no dejar huella en mi cuerpo.

Enciendo un cigarrillo y veo como el tabaco se calienta lentamente dándome un recordatorio de la forma en que deben estar mis pulmones, disfruto cada centímetro que a la vez consumo con satisfacción, miro por la pequeña entrada de mi sótano, la poca luz que entra es producida por la iluminación artificial de el corredor de mi casa, mi música preferida retumba de manera estridente en éstas cuatro paredes, pero ya no la entiendo,... sólo recuerdo que a esa mujer no la puedo olvidar, que a su recuerdo... lo debo asesinar.

+Sótano de Perdición+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 21 de junio de 2011

SOSEGADO OLVIDO

Entre penumbras y soledad, encontré la salida a medias que tanto anhelaba. Entre penumbras ocultaba mis lágrimas aún vigentes dentro de mis globos oculares; Paseando a diario entre la soledad mis escritos se hacían cada vez menos intensos, la oscuridad me enseñaba con el pasar de los minutos que el tiempo era eterno, que la pasividad se esfumaba tan rápido como un cerillo rústico de madera y que la verdad era más cruel e inherente a mi corazón que cualquier pieza sin cabida en el laberinto abstracto de mi recuerdo hacia ti.

+*Clavel*+*NEGRO*+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

viernes, 3 de junio de 2011

LA PRINCESA Y EL MONSTRUO

Y la batalla en la Arena por encontrar quien fuera digno para la bella princesa, comenzaba con trompetas, venias y honores por parte de todos los sirvientes del Rey, quien para la felicidad de su hija estaba dispuesto a gastar toda su riqueza, pero el viejo zorro no era del todo un simple anciano senil.

Pronto los escudos de guerra y emblemas familiares caían manchados de sangre junto a sus portadores en el tormentoso suelo, los lamentos de algunos suplicando piedad y llorando terror, manchaban su estampa de caballeros dignos y héroes renombrados, sólo unos pocos se reían de su más que segura muerte y maldecían a su agresor antes de que su cabeza rodara por el suelo.

Eran muchos los valientes, pero ya muy pocos los incautos sin cerebro que se atrevían a enfrentar al monstruoso y musculoso Cíclope de tres metros de altura, con un cuerpo tan ancho como cinco hombres adultos apilados uno junto a el otro, aquel ser fantástico resoplaba frialdad por sus fosas nasales, su saliva era de un color púrpura repugnante, lanzaba rugidos de furia mientras sostenía con sus fuertes manos partes desmembradas del cuerpo de los campeones caídos, engullía con placer la carne que colgaba suculenta de los huesos.

La princesa empezaba a entender la macabra finalidad de su padre,... el Rey quería terminar de raíz con todos los valientes y más prometedores paladines del reino y sus alrededores, quería que cuando nombraran a su hija le temieran, les diera pánico siquiera pensar en enamorarse de la doncella, quería que se quedara sola en la torre, sin ningún apuesto joven que la amara, la quería para él, ahora la princesa comprendía que su padre estaba enamorado de ella, ahora entendía porque su madre había muerto en circunstancias tan extrañas, su padre era un cerdo y no había soportado ver como su esposa envejecía con el tiempo, su padre la quería a ella como su reina, todo era una locura.

Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

jueves, 26 de mayo de 2011

Volver con Furia

Desapareces,... vas de un lado a otro casi que sin rumbo fijo, en el fin del laberinto de tu mente espero con ansias que termine tu olvido y tu repudio oculto tras un velo de aceptación incierta del presente, que tu dolor, miedo y odio, se hayan secado ya de tus mejillas, pero la afanada realidad te dice una y otra vez que los dos no podemos existir en el mismo lugar y al mismo tiempo, de igual manera yo al fin te vuelvo a ver.

Un estallido de luz y polvo traspasa mi rostro como una lanza de fuego incandecente, mis ojos se apagan producto del reflejo involuntario de los párpados por intentar proteger la retina; empiezan a abrirse lentamente, me siento liviano, me siento libre, al fin tengo paz en mi interior, me alejo de tu cuerpo con una caricia tan suave como la brisa, beso con mis manos tus mejillas, depronto algo llama mi atención... no se porque volteo mi mirada hacia atrás y al fin comprendo porque lloras, porque no te impresionas ni repeles mi caricia, porque no me ves a los ojos, porque tienes la mirada perdida,... el motivo de tu llanto me es ahora más claro.

Mi cuerpo yace en el suelo con un hoyuelo de despedida en la frente, tu rostro es tan hermoso que no me percaté de lo que llevabas en tus blancas y delicadas manos, el cañón de tu arma aún despedía un ligero olor a pólvora, te observo frente a frente y empiezo a imaginar el hecho claro que te llevó a acabar con mi vida, que fue lo que hice yo para merecer tu ya declarado odio.

Tal vez mucho... de hecho creo que fue tal la cantidad de desagrado que se acumuló en tu pequeño cerebro que terminó por derramarse en mi cuerpo como un flujo de violencia que terminó por completo mi ahora inerte sueño de vivir un poco más,... finalmente lograste tu cometido, ahora me arrepiento de no haber actuado yo primero.

 +Shot-Me+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

viernes, 20 de mayo de 2011

Realidad Incoherente...

De pronto me encontraba nuevamente en el mismo lugar, sumergido en un deseo incontrolable por aquella mujer, un sentimiento que no podía evitar y sólo ella era capaz de hacerme sentir, recordaba una y otra vez los momentos juntos; eran tan vívidos que mi piel se erizaba y una lágrima de amor convertida en odio devolvían a mi cerebro contradictorios recuerdos de lujuria y placer que se conjugaban fácilmente en mi cuerpo,... de pronto mi puño se estrellaba con furia en la pared.

Cuantas veces estando con ella mi corazón trató de sentir, aún sabiendo que no debía hacerlo me lanzaba inocentemente en aquel lúgubre pantano devorador de hombres, al principio sabía que sólo era sexo, pero después me era inevitable imaginar algo más con ella, imposible no creer que podía haber algo más que éste aire de libertinaje que dejaba mi cuerpo cansado,... pero a la vez seguía vacío.

Me enclaustro en mi cárcel mental y me interrogo sobre la diferencia entre el afecto, la costumbre y el amor, por qué no se convierten únicamente en variaciones de placer físico, que no me hagan pensar más en ella como mi musa, sino mejor como mi esclava de sábanas; Cada que siento su presencia, mi cuerpo se estremece... pero tengo que pensar en ella como un algo calculador que busca su propio bienestar y para quién yo soy simplemente uno más en su lista de juguetes sexuales.

Se que me usa, soy un objeto de carne que la hace gritar, pero no puedo parar, es como si no pudiera separarme de ella, aún cuando pasen los días, los meses,... incluso los años, siempre vuelvo a caer en sus redes sin darme cuenta de que me será nuevamente difícil salir de allí; Me llama y estoy tentado a desearla, pero esta vez procurerá no sentir,... pero como no hacerlo si ella es capaz de enrredarme para luego dejarme caer en el abismo de sus besos, en el infierno de su cuerpo, se comporta de manera especial conmigo, mientras su mirada de cazadora la oculta tras un velo de mentiras, ella sabe que hacerme sentir,... lo necesario para que yo siga apareciendo en su presente,... ella no sabe que ahora seré yo quien acabe con esto de raíz, al fin termino de cargar el tambor de mi revólver.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 3 de mayo de 2011

Adios sin Retroceso

Y la Ilusión fué más fugaz que la misma estela de lujuria que dejaron a su paso, cada uno se conmovía a su modo, pero uno deseaba la muerte más que el otro, entre mensajes llenos de horror y miedo ninguno arriesgaba más de lo que debía, con mentiras piadosas le engañaba y no le hacía ningún caso a su mínima petición, sólamente pensar tímidamente en un amor a distancia era algo casi sin importancia, después de aquel día comprendió que la había perdido, mientras su teléfono guardaba con impaciencia.

Sabía que la ira tarde o temprano se apoderaría de su mente y era mejor intentar olvidar, imaginar en lo que pudo haber sido si aquellos errores no los hubiera cometido,...

      -¡pero que diablos!-, pensó -¡y si no se pudo es bien sabido que así lo quiso el destino!,

Poner la vida en manos del destino es casi una ruleta, es una tómbola injusta de respuestas a medias,... lo que sí era seguro, lo que de verdad se podía presumir,... era que ya no habría otra oportunidad, que al parecer  aquella mujer dudó al final, en el último momento titubeó, le dió la espalda justo en el borde del precipicio, no se lanzó junto a el por el desfiladero,... sólo lo vió caer... ahora que el sí estaba seguro, justo cuando la quería tener a su lado por siempre, la vida le dió una lección haciéndole ver como su amada partía y todo era aún peor, ella se iba sin despedirse,... lo dejaba por miedo a quién sabe que...


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 26 de abril de 2011

Pasividad Engañosa

Unas cuantas gotas de agua que caen suavemente y con continuidad en un pequeño charco, son las encargadas de despertarme de mi extenso sueño, el despertar es un poco incómodo, no se donde estoy, sólo recuerdo un golpe sólido que me asestaron por la espalda, me duele la cabeza, ¿dónde estoy maldición?, quien puede disfrutar con verme aquí tirado en este húmedo y sucio suelo, sólo un enfermo... un maldito enfermo.

El cuarto se hace diminuto con el pasar de los minutos y la angustia se empieza a apoderar fácilmente de mí, empiezo a encogerme como una hoja de papel arrugado en una de las esquinas de este cuarto semi-oscuro, no me atrevo a levantarme, primero quiero observar a mi alrrededor, hay un espejo gigante con un marco de una decoración en madera de estilo antiguo, que está colocado minuciosamente en el medio de esta aterradora habitación; que fin tienen al dejar ese espejo en medio de todo este aire de soledad, empieza a dolerme la espalada, llevo mis dedos contra ella para intentar tocarla... ¡! el dolor es inmediato, siento que mi piel está lacerada y lo que al parecer son raspones, producto de que tal vez me hubieran arrastrado desde no se donde "afuera", hasta este asqueroso "no se donde" lugar de mierda,... al parecer no queda ya esperanza en la atmósfera, empiezo a sentir un pequeño dolor en mi estómago.

Mis muñecas muestran signos de haber estado atadas con fuerza, además de todo mi cabeza continúa doliendo increíblemente, decido pararme con lentitud, la curiosidad de ver mi espalda o parte de ella, me hace tener un poco de curiosidad pero rodeada de un aire de cierta desconfianza al irme acercando lentamente al espejo, que ya no está tan lejos después de todo... empiezo a ver como mis piernas comienzan a aparecer lentamente en el cristal al compás de la tenue orden que le doy a mi cuerpo y lo invito a avanzar con cautela; empiezo a voltearme lentamente en busca de las heridas de mi espalda, son evidentes los raspones y la carne levantada, los malditos hicieron un buen trabajo al tratarme como un bulto de basura; mi rostro estaba maltratado, mis ojos se encontraban ocultos tras impactantes moretones, la razón por la que veía todo tan nubloso era ahora más evidente, suerte que no puse las manos en mi rostro, de lo contrario me habría dolido intensamente.

+Objeto extrañamente lúgubre+


No se como salir de éste maldito lugar,... depronto se enciende una luz artificial... ilumina una parte muy pequeña del cuarto y de una manera tan tenue, que es casi imposible ver algo completamente, se observa a lo lejos un destello, una pequeña navaja portable, es una bizarra invitación a la locura, o tal vez es un extraño llamado ¿a la insana cordura?... se ve tentadoramente sugestiva, el sólo hecho de no saber cuanto tiempo voy a estar aquí me lleva a desear con más brío su estilizada hoja de acero, es inevitable verla y no pensar en ella como una salida del encarcelamiento que vivo en este momento, mis captores deben desear con enormes fuerzas que tome la navaja y me propine una descomunal herida mortal en mi garganta, sería la única manera en que podría matarme... la hoja de la navaja es tan corta que casi sería imposible morir a causa de la primer herida, tendría que causarme más de tres o más, que mi garganta se desgarrara y se abriera brutalmente mientras se vieran las capas de músculo aflorando por entre la cercenada piel y la sangre bañara cada centímetro de mi cuello, mi garganta rajada en múltiples ocaciones parecería una enfermiza muestra de alimeto para un vampiro moderno, mi cabeza empezaba a dar vueltas, el mareo mental envolvía mi cuerpo y me hacía temblar, mis manos no son capaces de quedarse quietas, empiezan a sudar exageradamente, estaba a punto de explotar.

El miedo se apoderaba de mí, las paredes parecen querer aprisionar mis costillas, sin dar espacio a la serenidad, llevo mis manos a mi cabeza, empiezo a cerrar mis dedos, los junto con fuerza y apreto sin dar lugar a pensamientos lógicos, aguanto con fiereza el dolor que empieza a circundar mi cuero cabelludo, con desenfrenada irracionalidad arranco pedazos de cabello, unos sólo dejan dolor en mi cabeza, otros se llevan puestos en su raíz pedazos de carne y sangre, producto del desespero que cada vez es más prolongado y viciosamente atractivo para mi demencial raciocinio,... todo es más confuso, empiezo a perder la batalla contra la locura y la soledad agranda el miedo, que recorre mis huesos como lava ardiente en una montaña de inestabilidad.

+Ensangrado de oscuridad+

Me duele la cabeza, mi cráneo parece romperse con el poco aire que se pasea por éste lugar, quiero ver mi monstruoso rostro en el espejo, me arrastro con pasividad y desconsuelo hacia el cristal, mi cara empieza a asomarse por aquella ventana reflectiva de realidad, la sangre del cráneo baja por la frente y entra con lentitud y espesura en mis ojos, la vista empieza a nublarse nuevamente, pero es ahora mi sangre la encargada de tapar la realidad con espesura, mis ojos empiezan a cargarse con furia, los lagrimales empiezan a expulsar rápidamente las gotas de dolor y desesperación,... mi puño se estrella con el espejo y lo rompe en pedazos incontables que golpean mi rostro y caen al suelo con sumo desorden, el cansancio mental ya se ha apoderado casi por completo mis músculos y mis nervios,... mientras... una sonrisa se apodera de mi rostro, las facciones de locura se pronuncian con más intensidad, lanzo carcajadas terroríficas a quema-ropa contra el comprimido espacio, los sonidos chocan contra las paredes y se devuelven a mis oídos con una acústica de maldad, empiezo a cortar mi rostro mientras grito con locura sobre los demás pedazos del espejo destruido, mi rostro se refleja en cada trozo de cristal y se empieza a ver más macabro en cada pedazo por el que mi pesada cabeza se desplaza con frenesí, me entierro con firmeza el afilado trozo reflectivo en mi garganta, mi cara está completamente desfigurada, al ver por última vez mi rostro en uno de los fragmentos del suelo veo como cuelgan lo pedazos de carne, el encierro fue demasiado para mí ••••••••••••

Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

lunes, 25 de abril de 2011

El olvido del Tiempo

Cuenta la historia que el tiempo se apoderaba de todos en el planeta
y no les permitía acaso ni siquiera un momento descansar;

Cuenta la historia que alguien lo hacia para buscar de alguna manera hablar
con aquella preciosa mujer, la cual también era esclava del tiempo...

                         1, 2, 3, 4,...

Lapso de respuesta, casi inmediato, el tiempo al parecer no la dominó en ese momento y decidí seguir escribiendo otros pequeños versos para aquella bella dama, justo después de leer su mensaje que decía algo así...

"...Pero la historia tambien dice que a pesar que el tiempo
consume la vida de todos, el verso por la voz, se convirtió en verso,
por un pensamiento mucho mas fuerte que una voz ... " C.M.

Mi sonrisa era imposible de ocultar.



Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

Trágica Partida

El dolor era incalculable, mi pecho parecía querer explotar, la sensación de querer morir era palpable, la angustia se apoderaba de mí, mi rostro se desdibujaba y las lágrimas empezaban a nacer, ella había decidido partir, no sería más mi musa.

Mis manos estaban rígidas y mis dedos completamente helados, mi desespero me hacía torpe al intentar sacar un cigarrillo del paquete, las lágrimas brotaban incesantes y bañaban mis mejillas de dolor, disfruté al encender el cigarrillo como mi único intento de escape de la realidad, el humo entró en mi boca y lo expulsé por mis fosas nasales, miraba la cielo y me preguntaba el porque.

Pretender olvidar lo imposible, saber que guardaré su recuerdo durante toda mi existencia, mujer como ella era una dentro de millones de personas comunes y corrientes, sólo con ella me sentía completo, no quería seguir viendo el mundo, la realidad me había golpeado en numerosas y repetidas ocasiones, pero jamás me sentí morir como ahora, ella había sido mi único y gran amor, los errores cometidos se acumulaban en mis ojos y lanzaba golpes contra la pared hasta el punto de hacer sangrar mis nudillos, ella había decidido partir y al parecer no creía posible amarme desde la distancia.



Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

domingo, 24 de abril de 2011

ENCUENTRO

Las noches se hacían eternas en la ciudad, las pasaba en bares de mala muerte donde sólo alguien que quisiera estar sólo y revolcarse entre su miseria la pasaría bien, cada noche servía vino tinto en una copa con forma de cáliz, mientras llenaba la copa buscaba imágenes entre las pequeñas burbujas que se formaban,... pero los recuerdos iban y venían como un tornado que devastaba mi corazón, depronto en la tarima anunciaban el artista.

             El cabello desorganizado caía por su frente y casi ocultaba su mirada,
             aquel buso de cuello tortuga ajustado marcaba su silueta y la hacía ver perfecta,
             en su mano sostenia su instrumento y yo comenzaba a deleitarme
             al sentarse en aquella pequeña banca de madera parecía hablarme con sus ojos...

Mis ojos no podían separarse de su mirada, al ver como apoyaba su mentón en el violín me di cuenta de que la amaba, su mirada era penetrante y no podía ocultar mi asombro, el humo del cigarrillo en el lugar daba pie a que encendiera el mio propio...

            Aquella mujer tocaba el violín con una melancolía incomparable,
            era preciso verla para saber que ella tal vez nunca volvería allí,
            sólo quería expresar su dolor sin importar lo que alguien pensara sobre su música
            curioso... el mismo lugar, el mismo fin.

Disfrutaba mi soledad incomprendida y sólo quería emborracharme en mesas redondas, mientras abrazaba la oscuridad indeleble en mi piel,... por un instante me perdí entre mis turbios pensamientos y sin darme cuenta ella se acercó a mi,... el sudor empezó a pronunciarse en mi frente, su sombra era imperceptible en el suelo, pero sus tacones retumbaban en la baldosa fría del lugar, se sentó en una de las sillas vacías que me rodeaban y pidió al bar-man un margarita, la noche se empezaba a volver muy corta y sus labios rojo carmesí provocaban mi cuerpo,... pronto nos vimos envueltos en frases comprometedoras y nos alejamos del sitio sin dar lugar a palabras vacías y sin sentido.



Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

viernes, 22 de abril de 2011

FLORES

Y al querer buscar su rostro entre las flores de mi jardín, lloré una pétalo de lágrima que se conjugaba con el dolor... no me di cuenta que allí la perdí, la belleza de sus pétalos era similar a la de una rosa recién abierta.

Cada noche las espinas entraban profundo en mi corazón ,... antes de cerrar mis ojos, mi mirada se perdía en la ventana entrecerrada de mi alcoba, en donde reposaba un pequeño matero con una naciente flor intentando calmar el dolor que en mi interior crecía.

Al día siguiente me era imposible dejar de verla, el masoquismo me llevaba a imaginar una y otra vez su rostro, salí a pasear para seguir viendo flores que me recordaran el color de su cuerpo,... pero no me daba cuenta que entre las mismas flores de mi casa ya la había perdido...

+Flores+


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

jueves, 21 de abril de 2011

Paradoja del... ¿amor?

Al entrar en el departamento que alquilamos para vacaciones y olvidar las desiluciones, me di cuenta que algo estaba mal... Joel  jamás me contestó cuando le dije que le tenía una sorpresa, había llevado a su antigua novia, prácticamente ella era la razón principal por la que le había hecho tomar la decisión a Joel de viajar e intentar descansar... pero al parecer nunca pudo sobreponerse de aquella maldita relación, los recuerdos buenos y malos volvieron para inundarlo de basura y sus ojos de lágrimas, no se de dónde diablos sacó aquella soga,... su cuerpo descansaba en el aire, flotaba entre la ropa recién lavada en el pequeño cuarto de ropas,... y en suelo una nota:

                               "Quiero que sepa que este es el final,
                               no sabe lo que está perdiendo
                               ya no hay vuelta atrás, será éste el último
                               mensaje que recibirá de parte mía
                               tal vez la vida nos tenga reservadas mejores cosas
                               lo cierto es que lo nuestro ha llegado a su fin."


No se para que diablos se acerca y la recoge con sus manos, ¿no se da cuenta acaso que todo esto fue por su inseguridad?, regresó para verlo muerto... su sentimiento de culpa debe ser inimaginable... haré las llamadas correspondientes, mis lágrimas son de rabia, me tengo que ir de aquí lo más rápido posible, verla me produce fastidio... ¡maldita sea! ¡por que no esperaste idiota!, se ha ido mi mejor amigo...


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 19 de abril de 2011

EL BUSCADOR

EL ESTABA SOLO,... CAMINANDO ENTRE SOMBRAS SIN HALLAR EL CAMINO DE LUZ Y PUREZA QUE LE PERMITIERA SALIR DE SU, POR AHORA, TUMBA SIN LÁPIDA Y FECHA DE MUERTE... POR AQUELLOS MOMENTOS NO LA TENÍA, PERO QUE SERÍA DE EL SI NO LA HUBIERA ENCONTRADO A ELLA, SI NO SE HUBIERA ENAMORADO DE SU ROSTRO, SI NO FUERA FELIZ A SU LADO, SI NO HUBIERA ENCONTARDO FELICIDAD EN SUS BRAZOS, SI LA LLAMA DE SU ESPÍRITU SE HUBIERA ALCANZADO A EXTINGUIR... TAL VEZ NO SERÍA ESTA LA HISTORIA DE SU ENCUENTRO CON EL AMOR, SINO TAL VEZ LA MUERTE TOTAL DE SUS SENTIMIENTOS POR OTRA PERSONA, EL DESHOJAMIENTO COMPLETO DE LAS CAPAS DE SU CORAZÓN, LA BUSQUEDA FALLIDA DE LA TRANQUILIDAD EN EL SENO DE SU AMADA SIN ROSTRO, DE LA MUJER SIN COLOR, EL AÚN NO SABÍA COMO ERA PERO SOÑABA SU CARA CON EL FIN DE CADA DÍA, NOCHE TRAS NOCHE DESPERTABA EN SU RECÁMARA BAÑADO EN SUDOR Y RECUERDOS NUBLOSOS DE SU PRINCESA ENCANTADA AÚN OCULTA ENTRE TINIEBLAS.


JUAN GUILLERMO GUTIÉRREZ ARAGÓN.

Luz Cegadora...

Y el Sol cayó inclemente sobre su rostro
pero sus ojos permanecieron firmes mirando hacia el Infinito,
Sus labios sobresalían entre los arbustos
su cuerpo eclipsaba entre los rayos puntiagudos de luz...

La "flora" envolvía su cuerpo y la cuidaba del exterior
su cabello resplandecía como el oro puro bajo la medalla de la Vía Láctea,
Sus cejas eran perfectas pero su rostro se llevaba los elogios
una y otra vez era fácil perderse entre su mirada...

Observándola a lo lejos dibujé con palabras su aura
plasmé con reliquias antiguas un "collage" de su cuerpo,
Encontré entre los astros una estrella con su nombre
y finalmente estiré mis manos, apreté una pluma y volé entre palabras que la describían.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

viernes, 15 de abril de 2011

A TI MUERTE

A ti Muerte, que tras las sobras de mi pasado te escondes
a ti descarada, que esperas el más mínimo error para reclamar mi alma
a ti maloliente estela de horror, que sabes cuando llamar por todos
a ti dueña irreal de la vida, que entre las sombras de mis acciones reclamas mi terror
a ti absurda masa etérea de dolor, que sabes como causar pánico
a ti esposa mía, que nunca me has dejado solo... únicamente me dejas vivir sin ganas...


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

miércoles, 13 de abril de 2011

Cuando no te puedo describir

A veces las palabras no alcanzan ni un poco para describir lo te quisiera decir,
el mundo se hace grande cuando te quiero decir lo que no alcanzo a describir;

Mi mente sale de este mundo cuando pienso en lo que me produce verte,
mi voz se acalla sólo cuando al verte lo único que hago pensarte aún más;

Mi corazón te grita en un sonido casi imperceptible lo que le haces sentir,
mi voz susurra en las noches versos que ya escribiré en la mañana con calma,
mis ojos te dicen buenas noches con una triste lágrima aunque no los alcances a ver,
mis manos acarician imaginariamente tu rostro hasta que duermes sobre mis párpados,
y nuevamente te conviertes en mi único sueño nocturno.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 12 de abril de 2011

Hoy no hay versos...

Hoy no hay versos, sólo palabras que intentan conjugarse y rimar
hoy no hay cielo, sólo un paragüas que no nos deja mojar,
hoy no hay suelo, sólo piedras que nos hacen sentir la realidad
hoy no hay besos, pues mi lengua está seca de cansancio;

   El amanecer me deja ciego, y solo tu luz me ilumina
   las nubes me cubren, y sólo tu luz me muestra el camino

Hoy no hay versos, porque la verdad no será más ocultada
hoy no hay cielo, porque el sol ya no puedo taparlo con un dedo,
hoy no hay suelo, porque la tierra se ha quebrado para tragarme
hoy no hay besos, porque mis labios están cosidos con tonterías.

   La oscuridad no me deja avanzar y ya no hay nadie que me salve
   las heridas se abren con el pasar del tiempo... y solo la muerte parece perdonarme


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

lunes, 11 de abril de 2011

Incoherencia Mental

Un verso por tu voz, para esperar que regrese con buenas noticias...
Una flor por tu sonrisa, para sembrar otra en tus labios y besar tu aliento...
Un suspiro por tu aroma, para oler tu cabello y emborracharme con tus besos...
y un beso al aire para que el viento lo lleve a tu piel...

Sólo se que cada mañana me levanto, sintiendo tu aliento...
cada mañana me doy cuenta de lo volátil de mi imaginación
que hace que cada mañana te imagine real...


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

Despertar sin Sol...

Con cada palabra que sale de tus manos te pienso aún más...
Con cada risa loca que escucho por teléfono crece más mi amor...
Tu aún no sabes que te tengo incrustada en mi mente,... porque...
Tu mirada fue la última que vi el día en que te conocí...

Esa sonrisa es encantadora,
sin mencionar tus ojos de arcoiris imborrable del cielo mismo,
Tu boca atrae mi curiosidad apabullante,
tu cuerpo baila sinfonías inconclusas de misticismo...

A cada sonido que sale de tus labios mi lengua saborea tu boca...
A cada mensaje Runo Oculto tras las tinieblas de tus ojos,  mi vida se hace pequeña...
Yo aún no se que puedo hacer para olvidar esta terrible sensación...
Yo se que aunque inútil,... volveré a verte a su tiempo y disfrutaré del día aquel...


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

miércoles, 2 de marzo de 2011

ESPERANZA OXIDADA

Muerte, mentiras piadosas,lamentos sin censura, realidad imposible de tapar y caos... sólo se ven edificios caer, sólo se escuchan pequeñas explosiones controladas y personas gritando, solo se puede entender que en las calles ya no hay casi gente,... los helicópteros y los aviones de las fuerzas armadas de todos las naciones, pasan con una frecuencia casi inapreciable por encima de las cabezas de los sobrevivientes, van a batallar y a intentar salvarnos de la crueldad y del mal,... van con muchas y muy buenas intenciones, nuestras esperanzas recaen en la espalda de cada uno de los combatientes,... pero... lamentablemente,... las puertas del infierno... son algo que ellos jamás han enfrentado.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 25 de enero de 2011

CALAMIDAD MENTAL

El absurdo de mi mente,
me obliga a olvidar...
la casualidad intermitente,
me hace volver a pensar.

Que sería de mi vida,
si no pudiera extirparlo
y qué si ya no puedo!!
de mi cuerpo exorcisarlo.

Ya no encuentro la salida,
y no se a donde ir...
¿me esperará una gran caída?
o me empezaré a podrir.

La ironía de verme pálido,
me hace entender más a la muerte...
en mi corazón ya no hay rincón cálido,
y me siento cada vez más inerte.

Se que el final se acerca,
y que la muerte espera verme temblar...
en mi mente la verdad que se acerca,
se hace cada vez más... real.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

martes, 18 de enero de 2011

LA GRIPOSA GRIPE

Cuando te creía perdida, cuando te pensaba apartada
cuando al no verte desfallecía, en mis tardes atareadas.
De pensar en no verte, de impaciencia me llenaba
de creerle a mi mente, por tu presencia aguardaba.

Sin pensármelo dos veces, y con mi mirada perdida
imaginaba las pestes, que contigo a gritos pedía
Las tardes de convalecencia, que en la cama me hacían desfallecer
se convirtieron en paciencia, cuando mi televisor empezaba a ver.

Hace tiempo no te tengo, y sin querer te extraño
hace rato que por ti no vengo, a mi cama treinta y tres veces al año
Lo cierto es que yo no dejo, de esperar con paciencia el día
en que sienta que me desmadejo y salir con incapacidad del trabajo por unos dos o tres días.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.

viernes, 14 de enero de 2011

TONTERÍA SIN RETORNO

Soy un impertinente, yo y mi grandísima bocota, ahora tendré que empezar a investigar de nuevo todo desde un principio,... y sólo por decir esto que nadie podía escuchar... ¡Maldita sea!, ¡como me odio!... ahora no puedo dejar testigos, si este imbéil no se decide por ayudarme, tendré que silenciarlo,... de tanto callar a los posibles testigos oculares de este asqueroso asunto, estoy quedandome sin pistas, me voy a volver loco en este descarado infierno propio.


Juan Guillermo Gutiérrez Aragón.